Joel Chalen: Struggle of Colors
Ivan Salinas Melo
Sociólogo
Master en Género y Desarrollo
Durante este último tiempo, en distintas organizaciones e instituciones públicas, privadas y ONG’s nacionales e internacionales sobre la problemática de las metodologías y sus usos. Las metodologías ágiles nacieron en la década de los 90’s en un entorno social dialectico que enfrentaba cambios y retos tecnológicos y organizacionales, en términos generales, se evidenciaba que las inconformidades con los proyectos, derivaban de la insatisfacción con los enfoques pesados de desarrollo, llevando a algunos desarrolladores a proponer nuevos métodos (Laínez Fuentes J. R., 2015). Teniendo en cuenta lo anterior, esta relación permite, a partir de su aplicabilidad y revisiones teóricas, abordar aspectos que aportan a la apropiación de metodologías que permiten el desarrollo de nuevos desafíos desde el plano de lo social, lo político, lo cultural y lo económico en la intervención de los proyectos sociales.
Para entender este proceso y sus aproximaciones, estas nuevas metodologías agiles desde las diferentes atisbos epistemológicos y metodológicos conlleva a entender que es el GEM y que es el GESI+ desde la intervención social, son metodologías ágiles que permiten cambiar las prioridades de cada fase del proyecto, según los contextos, objetivos, necesidades y enfoques, están orientadas a obtener resultados tangibles desde el principio de las intervenciones sociales.
En efecto, definimos a las metodologías ágiles como una innovadora forma de trabajar y organizarse que “fragmenta” los proyectos en partes capaces de adaptarse sobre la marcha, complementarse y resolverse en poco tiempo.
Es decir, no se planifica ni se diseña el proyecto por adelantado, sino que a medida que se desarrolla se va definiendo el proyecto, gracias a un feedback constante. Otra característica muy particular es que se trabaja por períodos de tiempo durante el cual cada miembro del equipo debe ejecutar una serie de tareas. Luego de ejecutar dichas tareas, se entregan los avances, se reciben devoluciones y comienza nuevamente el proceso, permitiendo implementar los cambios necesarios.
Para nuestros lectores a los asiduos de las metodologías sociales, flexibles dejan entrever un cumulo de métodos agiles que ayudan a entender los distintos procesos de intervención social y de sus impactos; Por consiguiente, en esta aproximación metodológica nos preocupa y será de nuestro interés acercarnos “a las metodologías GEM y GESI+”.
Partiremos desde la intervención social que es la metodología GEM y de su aplicabilidad: El Global Entrepreneurship Monitor (GEM) es el uno de los esfuerzo a nivel mundial para la medición del emprendimiento y la identificación de los factores que, a nivel institucional, cultural, normativo y de políticas públicas, determinan el nivel de actividad emprendedora, nace el “Global Entrepreneurship Monitor (GEM)”, como una iniciativa es una iniciativa en 1999 y hoy en día, se le considera como el más extenso y exitoso proyecto de medición de emprendimiento, cuya cobertura ha abarcado más de 70 países en el mundo.
A nivel mundial, el emprendimiento es ampliamente aceptado como una fuerza importante en la generación de cambios económicos y sociales, sin embargo, la relación entre emprendimiento y desarrollo, está aún lejos de ser comprendida por completo.
Desde sus inicios el propósito GEM ha buscado desentrañar esta compleja relación por medio de la recolección y análisis de información relevante en el tema, focalizándose en tres objetivos fundamentales:
· Medir las diferencias en los niveles de actividad emprendedora entre países.
· Develar los factores determinantes de los niveles nacionales de la actividad emprendedora.
· Identificar las políticas nacionales que pueden mejorar los niveles de la actividad emprendedora.
Por otro lado, tenemos los enfoques tradicionales para medir el crecimiento económico que poseen algunas características que les son comunes:
· Se focalizan en grandes empresas establecidas en vez de las pequeñas.
· Suponen que las grandes empresas son el motor del crecimiento económico.
· Las grandes empresas están preocupadas de la interrelación entre las condiciones nacionales y el impacto que ellas tienen en la productividad de las empresas.
De lo anterior se desprende que los enfoques tradicionales no consideran el rol que juegan las nuevas y las pequeñas empresas, considerando sólo a las grandes empresas como motor de crecimiento de una nación. Sin embargo, en nuestro país, en muchas ocasiones son las nuevas y las pequeñas empresas las que generan innovaciones, ocupan nichos de mercado y aumentan la competencia, contribuyendo a la reasignación de recursos de la actividad económica y a la generación de empleos.
El modelo propuesto por el GEM, considera los enfoques más recientes de emprendimiento y crecimiento económico e identifica claramente su relación. Por otra parte, este modelo reconoce la existencia de diferencias en la contribución de los emprendedores a la economía, de acuerdo a las diferentes fases de desarrollo económico en la que se puede encontrar en un proyecto social.
Por otro lado, la metodología GESI (Gender, Equiality, Social, Inclusión), es un enfoque de Igualdad de género e inclusión social (GESI) promueve los valores fundamentales para impulsar la transformación humana al alcanzar a las personas en situación de mayor vulnerabilidad, y desafiar las causas fundamentales de la desigualdad de género y la exclusión social, así como normas socioculturales.
¿QUÉ ES GESI?: Algunas ONG’s, especialmente Naciones Unidas, lo definen como una herramienta que es utilizada por la totalidad de Organismos Multilaterales a nivel mundial, definen GESI como un proceso de transformación multifacético que:
• Promueve el acceso, la toma de decisiones, la participación y el bienestar igualitarios e inclusivos de los/las más vulnerables;
• Transforma los sistemas, las normas sociales y las relaciones para permitir que los/las más vulnerables participen y se beneficien igualmente de las intervenciones de desarrollo;
• Fomenta la agencia, la resiliencia y la acción individuales y colectivas;
• Promueve el empoderamiento, el advocay y el bienestar de las personas más vulnerables, sus familias y comunidades
Por tales razones la igualdad de género es el estado o condición que permite a las mujeres y las niñas, los hombres y los niños, las diversidades sexogenericas a disfrutar por igual de derechos humanos, bienes socialmente valorados, oportunidades y recursos. Incluye ampliar las libertades y la voz, mejorar la dinámica y las relaciones de poder, transformar los roles de género y mejorar la calidad de vida en general para que hombres y mujeres alcanzan su máximo potencial.[1]
La inclusión social busca abordar la desigualdad y/o exclusión de poblaciones vulnerables mejorando las condiciones de la participación en la sociedad y las mejoras de las oportunidades, el acceso a los recursos, la voz y el respeto de los derechos humanos.
Busca promover el empoderamiento y promover sociedades e instituciones pacíficas e inclusivas.[2]
La visión de la Estrategia de incorporación de la igualdad de género y la inclusión social a los proyectos consiste en promover la igualdad de derechos y oportunidades para que las personas puedan llevar una vida plena gracias a infraestructura adecuada, sostenible y resiliente, así como al uso eficiente y transparente de los recursos públicos en materia de adquisiciones y gestión de proyectos sociales.
Lo importante de esta relación de las nuevas metodologías blandas GEM y GESI, tiene por finalidad incorporar a los proyectos enfoques exhaustivos en materia de equidad, desarrollo, inclusión, género; unas metodologías que abren caminos y que plasman herramientas sistemáticas para integrar al análisis las perspectivas del género, el desarrollo, la inclusión y la equidad en sus objetivos de trabajo. Lo importante es diseñar metodologías, herramientas, métodos, técnicas que ayuden a una mejor comprensión de la realidad de la intervención social y de los proyectos sociales en el desarrollo humano y social.