Joel Chalen: "Skyline"
Ivan Salinas Melo
Msc en Género y Desarrollo
Sociólogo
En estos últimos tiempos nos ha tocado ver, escuchar, conocer en distintos reportajes televisivos y de prensa las distintas experiencias de hombres, mujeres y familias sobre el tema de la “MIGRACION”. Experiencias, que calan en lo más profundo en cada uno de nosotros y que nos conmueven he impactan. Ejemplo de ello es la situación del “Darién” en Panamá, la situación de abandono de los refugiados y migrantes en la frontera de Chile y Perú, la situación de pobreza y mendicidad de miles de migrantes desplazados en distintas urbes de nuestra América, la xenofobia de muchas autoridades gubernamentales contra los hombres y mujeres migrantes. El desplazamiento de millones de personas que en el marco de la guerra entre Ucrania -Rusia y Palestina e Israel y algunas otras latitudes del mundo nos llevan a preocuparnos.
Nos queda más que claro, que la migración es un fenómeno social que consiste en la búsqueda de mejores oportunidades de vidas para las distintas personas que viven en situación de movilidad desde su lugar de origen para establecerse en otra población que posee culturas, historias, sentimientos y costumbres distintas, lo cual causa un dinamismo socio cultural, afectivo y económicos distintos. Todos esto mezclado con un conjunto de emociones, riesgos y esperanzas que buscan situarse en espacios geográficos, económicos, afectivos y culturales distintos.
Este fenómeno de la migración, la movilidad humana durante muchos años ha sido explorado y estudiado en distintos espacios académicos, políticos y psicológicos, que nos marcan y que dejan entre ver que cada vez se hace más agudo y controversial el problema planteado, más aún en los contextos de postpandemia, guerra y crisis de estos tiempos.
Cada vez escuchamos más abiertamentamente la situación xenofóbica, de muchos hombres y mujeres, de distintas autoridades en distintas latitudes, sentimientos de irracionalidad hacia otros/as. Situaciones que evidencian la falta de políticas públicas eficaces, intervenciones sociales irrisorias, sin presupuestos, discriminatorias, estigmatizantes, sospechosas, inciertas e inseguras hacia otros seres humanos distintos.
En medio de este proceso de movilidad humana, migración, muchas son las personas afectadas, especialmente aquellos hombres y mujeres de la diversidad sexual que se reconocen como uno de los grupos más afectados, por distintas razones políticas, económicas, por su orientación sexual. Son aquellos/as que viven la discriminación, el estigma y más aún son aquellas/os que viven en carne propia el asesinato, la tortura e incluso hasta la muerte.
Finalmente, es importante mencionar que las formas específicas de discriminación y violencia que se dirigen hacia las personas LGBTIQ+ se conocen bajo el nombre de homofobia, lesbofobia, bifobia, transfobia, definidas como expresiones de intolerancia, miedo e irrespeto contra personas LGBTIQ+ que limitan y/o restringen el acceso, goce y ejercicio de sus derechos humanos.
El fenómeno de la migración y la diversidad sexual hoy, se refiere al abanico fluido de posibilidades en que las personas se relacionan erótica y sexualmente, así como las diversas formas en que expresan su sexualidad, identidad y/o expresión de género. A pesar de que las diversidades sexuales han sido históricamente el concepto y/o categoría teórica que se ha utilizado para caracterizar a las comunidades LGBTIQ+ (lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersexuales). Sin embargo, es importante subrayar que esta definición debería incluir también a las personas heterosexuales (que presentan formas muy diversas de expresar y reconocer su identidad y deseos), quienes también forman parte del abanico de posibilidades en las que se puede expresar tanto la sexualidad, como la identidad y/o expresión de género.
Para comprender esta diversidad, es importante remitirse a una serie de conceptos que atraviesan la experiencia humana. Estos conceptos, entendidos como construcciones históricas y sociales, permean no sólo la forma en que se concibe la existencia humana, sino también la forma en que se establecen las normas que delimitan las interacciones donde se construyen y escenifican los afectos establecidos entre dos o más personas. Es así como el sexo, el género, la orientación sexual, la identidad de género, la migración, la movilidad humana y la expresión de género resultan fundamentales para entender a las comunidades LGBTIQ+ y la necesidad de buscar nuevos espacios geográficas que permitan a hombres y mujeres tener una vida más digna.
Hoy la necesidad de emigrar, de buscar nuevas oportunidades para las distintas familias, hoy con urgencia se necesitan políticas públicas, que lleven a la humanidad dar respuestas urgentes frente a tanto desprecios, estigmas y discriminación frente a los millones de personas que hoy emigran, es un imperativo urgente frente a una problemática que estigmatiza y discrimina doblemente: ser migrantes y ser parte de las diversidades sexuales.
“Las plataformas se esfuerzan desde hace tiempo por contener la desinformación sobre la migración y frenar a los extremistas que la propagan. Pero la tecnología no es la única culpable de la desinformación en contra de los migrantes. Los actores de la extrema derecha se han movilizado en línea y de otros modos, y hay políticos y medios informativos acusados de tergiversar las realidades de la migración y desinformar al público. En este contexto, la pandemia de COVID-19 vino a intensificar la desinformación sobre los migrantes, que han sufrido ataques de distinto tipo por haber supuestamente introducido el virus o causados aumentos de los casos. A lo largo de la historia, las crisis sanitarias han sido siempre utilizadas para promover las agendas xenófobas, pero esta pandemia coincidió con un resurgimiento de las ideologías extremistas, principalmente de la extrema derecha, en muchos países. Al mismo tiempo, la desinformación tiene efectos directos en los migrantes y los posibles migrantes, que en buena parte carecen de información fiable para tomar sus decisiones sobre la migración y deben abrirse camino entre los rumores y las falsas afirmaciones que circulan en sus redes. El establecimiento de medidas eficaces para combatir la desinformación en línea es claramente un objetivo urgente, pero nada fácil de cumplir. Los problemas son complejos y difíciles de desentrañar, con una investigación científica que está en sus primeros pasos y tiende a concentrarse en los países ricos y de abundantes recursos. Las contramedidas actuales pueden agruparse en tres ámbitos generales: los enfoques tecnológicos, que apuntan a automatizar la evaluación de los contenidos y comportamientos en línea; los enfoques basados en el público, que procuran mejorar los conocimientos y aumentar la resiliencia ante la manipulación; y los enfoques reglamentarios y de política, que tienen por objeto establecer una mayor transparencia y rendición de cuentas en el entorno digital. Un amplio espectro de interesados, entre ellos empresas tecnológicas, responsables de la formulación de políticas, investigadores, organizaciones no gubernamentales, periodistas y empresarios, están promoviendo actividades en esos ámbitos. Dada la complejidad del problema, está claro que ningún enfoque será suficiente por sí solo”
"DESINFORMACIÓN SOBRE LA MIGRACIÓN: UN PROBLEMA ANTIGUO CON DIMENSIONES TECNOLÓGICAS NUEVAS - INFORME SOBRE LAS MIGRACIONES EN EL MUNDO 2022 – OIM"